Éste se cultiva de forma natural, sin utilizar fertilizantes químicos ni pesticidas, siendo totalmente respetuosos con el medio ambiente. Este tipo de café, por sus tratamientos especiales suele ser de excelente calidad, debido a su variedad, manipulación en la cosecha y cuidado en el proceso, desde la plantación hasta el consumo de una taza. Como resultado se obtiene una bebida con un delicioso aroma. La agricultura ecológica hace del café un producto más saludable gracias a que no intervienen productos químicos en su cultivo.

Las dos variedades principales de café son el arábica y el robusta. El café arábica se considera de mayor calidad, con sabores suaves y complejos, mientras que el robusta tiende a ser más fuerte y amargo. La elección depende de tus preferencias personales.

La cantidad de cafeína en una taza de café varía según la variedad de granos y la forma en que se prepare. En promedio, una taza de café contiene entre 80 y 100 mg de cafeína, pero esto puede ser más o menos según factores como el tipo de café y el método de preparación.

No, el café descafeinado no está completamente libre de cafeína. Aunque se le ha eliminado la mayor parte de la cafeína, aún contiene trazas mínimas. Por lo general, una taza de café descafeinado contiene alrededor de 2-5 mg de cafeína, lo que es significativamente menos que el café regular.

Si, porque la taza de loza retiene la temperatura inicial del café y nos permite saborear la bebida a una temperatura adecuada hasta el final, en cambio, el vidrio absorbe la temperatura rápidamente al contacto con el café, dando la sensación de una bebida demasiado caliente al principio, pero se enfría con rapidez. Estos cambios de temperatura afectan a nuestras papilas gustativas, dándonos la sensación de un sabor diferente.